Con este artículo sobre «Cabellos teñidos» cerramos el bloque de salud capilar que hemos estado trabajando durante todo el mes. Si eres un/-a habitual de la coloración capilar es muy recomendable que sepas: qué coloración es la más adecuada para tu caso, que las coloraciones tienen consecuencias y efectos sobre la cutícula y, cómo no, que existen tratamientos para paliar los efectos que producen la coloración sobre la superficie del cabello.

En la actualidad es muy común el uso frecuente de tintes y otros tipos de coloración para el cabello, tanto por parte de mujeres como de hombres, con la finalidad de tapar las canas, o simplemente cambiar o aportar matices al color natural de su cabello. A la hora de elegir el tipo de tinte, es fundamental conocer los tipos de coloración que existen, y cómo actúan sobre el cabello.

De este modo, hay que valorar los pros y los contras de cada uno, y conocer así su duración, el efecto sobre la cutícula, sus componentes químicos y por ende, su nivel de agresividad con el cuero cabelludo. Además, es importante conocer algunos consejos de cuidado específicos para el cabello teñido. Te hablamos sobre los tipos de tintes más habituales y de sus características:

Tintes no permanentes

En este grupo se encuentran los tintes temporales, un tipo de coloración que no penetra en la cutícula y tiene una duración muy efímera, ya que desaparece con el primer lavado. En cuanto al formato, es frecuente verlo en forma de lacas o espumas colorantes.

Los tintes semipermanentes depositan el color sobre la cutícula, pero no penetran en ella, por lo que no modifican la estructura. No son agresivos, ya que no se mezclan con peróxido ni amoniaco, por lo que no tienen poder aclarante. Son los mejores para reavivar el color sin agredir. En cuanto a su duración, es de cinco o seis lavados.

Otro tipo es la coloración tono sobre tono, también conocido como semi permanente. Al usar peróxido de baja concentración, del 5 al 10%, tiene muy poco poder aclarante. Se usan para no alterar en gran medida el color, por lo que existe una gama limitada de colores, de tonos naturales o reflejos. El color se deposita en la cutícula y además penetra en ella, por lo que dura entre 20 o 30 lavados.

Tintes permanentes

Los tintes permanentes penetran hasta el interior de la cutícula, y modifican su estructura. Al contener más sustancias agresivas, su aplicación se realiza con el cabello sin lavar, para que la grasa proteja el cuero cabelludo. La cobertura es del 100%, y no desaparece con el lavado. Existe en una amplia gama de colores. Por su composición, es el tipo de coloración que requiere más cuidados. Entre sus componentes se pueden encontrar amoníaco, peróxido de hidrógeno, acetato de plomo, o DMDM hidantoína, que se transforma en formaldehído. Estas sustancias pueden ser agresivas y perjudicar la salud capilar, por lo que es fundamental seguir unos cuidados específicos.

Las consecuencias de la coloración permanente:

El cabello tiene varias capas: la médula o parte interna, el córtex o capa media y la cutícula o capa exterior. La cutícula está formada por células queratinizadas que actúan como barrera protectora de las capas internas.

La cutícula es la que da el aspecto exterior al cabello y la que sufre las consecuencias de los tratamientos tanto físicos (frío/calor, secadores-planchados, etc. ) como químicos por ejemplo los tintes.

Los agentes químicos de los tintes actúan sobre la cutícula destruyendo la queratina que la forma, por lo que las capas internas están expuestas y el cabello se vuelve quebradizo y con falta de brillo.

En nuestra próxima entrada os hablaremos de consejos, productos recomendados y nuestros servicios de dermocosmética capilar para tratar los efectos de la coloración sobre tu cabello.

¡Te ayudamos a cuidarte!