Desde sequedad en los ojos hasta ceguera. No te queremos asustar, pero estos son los problemas que produce el sol en los ojos.
Los ojos son los órganos más sensibles al sol. Mucho más que la piel. Y, sin embargo, nos damos más prisa en comprar protectores solares que en averiguar cómo evitar el sol en los ojos y prevenir muchos problemas.
Pero atención. No tan sólo el sol es dañino durante el verano, época de más exposición. El sol también puede dañar tus ojos en invierno y en otoño. La protección ha de ser constante, no periódica
¿De qué problemas estamos hablando?
- Sequedad ocular. Esta es la primera de las patologías que pueden aparecer. Es bastante leve y se puede paliar con determinados productos farmacéuticos.
- Pterigium y pinguéculas, anomalías que afectan a la conjuntiva. La conjuntiva, que es una membrana mucosa que recubre la parte posterior de los párpados y la anterior del globo del ojo, crece de manera anormal.
- Alteraciones en la córnea provocadas por la sequedad.
- Cataratas, que aparecen cuando los rayos solares ya han atravesado el cristalino.
- Degeneración macular o envejecimiento prematuro de la mácula. Provoca un grave deterioro de la visión.
Evidentemente cuanto más cerca del sol, peor. Perjudica más el sol si estás en la montaña o al lado del mar. El sol refleja y daña en el agua, en la arena y en la nieve. Pero no te has de descuidar ni en los días de lluvia ni cuando esté nublado.
¿Qué hacer para protegernos del sol en los ojos?
Gafas de sol. Pero no unas cualquiera. Las que tengan el Marcado CE, con filtros y tonos adecuados, compradas en centros autorizados, que tengan el tamaño adecuado para proteger. No lo dudes. Para protegerse del sol en los ojos mediante gafas lo mejor es acudir a un profesional.
Lleva gafas de sol tanto en verano como en invierno, sobre todo si tu actividad profesional te obliga a estar muchas horas al aire libre. No las olvides cuando hagas deporte. Obliga a tus hijos a que las lleven también. Están expuestos de la misma manera que los adultos.