Llega el verano y vas notando poco a poco que tus piernas están más cansadas. La razón radica en la temperatura. El aumento de los grados hace que las venas se dilaten, la circulación se ralentice y el flujo sanguíneo se estanque.

Si le sumamos los cambios hormonales propios de la mujer en la menstruación o en el embarazo, la sensación de pesadez se multiplica.

Síntomas

  • Sensación de pesadez y edemas en las piernas.
  • Hinchazón de las piernas que se empeora al permanecer de pie de manera prolongada.
  • Calambres musculares.
  • Sensación de adormecimiento en las piernas durante la noche.
  • Hormigueo y picor.
  • Aparición y dolor de varices.

¿Por qué se origina?

El sistema circulatorio de retorno sanguíneo necesita la ayuda de nuestros músculos para empujar la sangre de vuelta al corazón. Cuando esto es insuficiente la sangre se estanca dilatándose las venas. Asimismo, el aumento de las temperaturas también produce una dilatación de las venas.

Como consecuencia, las paredes venosas con el tiempo se dilatan y pierden su elasticidad originando las temidas varices.

¿Qué lo empeora?

  • El sedentarismo.
  • Un exceso de sodio (sal) en la alimentación.
  • La mala postura.
  • El exceso de peso.
  • Estar mucho tiempo de pie o sentado en una misma posición.
  • La exposición prolongada al calor o al sol.
  • El estreñimiento, al provocar un aumento de la presión abdominal.
  • La ropa ajustada en cintura y piernas, pues dificulta el retorno sanguíneo.
  • Los tratamientos hormonales.

Además, los síntomas también empeoran con la edad.

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