El calor, el estrés o el simple hecho de moverse más ya pueden hacer que sudes más de lo habitual. Y aunque el sudor es una función natural y necesaria, el mal olor corporal puede convertirse en un problema incómodo, especialmente si te preocupa irritar tu piel con productos agresivos.

En Farmacia Lizandra lo sabemos: muchos clientes nos preguntan cómo mantenerse frescos sin dañar la piel, sobre todo si tienen piel sensible, problemas dermatológicos o simplemente quieren alternativas más cuidadosas. La buena noticia es que sí, es posible mantener el mal olor a raya sin recurrir a fórmulas agresivas ni antitranspirantes excesivamente fuertes.

El sudor no huele… pero las bacterias sí

Una cosa importante: el sudor en sí no tiene olor. Lo que causa el mal olor corporal es la descomposición del sudor por parte de bacterias que viven en la piel, especialmente en zonas como las axilas, los pies o la ingle.

Por eso, controlar el mal olor no se trata solo de bloquear el sudor, sino de controlar las bacterias sin alterar el equilibrio natural de tu piel.

Cómo evitar el mal olor sin agredir tu piel

  • Una limpieza eficaz pero suave: una higiene adecuada es la base. Usa geles o jabones que limpien sin resecar, especialmente si te duchas más de una vez al día. Los productos con pH neutro o formulados para piel sensible ayudan a mantener el equilibrio de la flora cutánea.
  • Escoge desodorantes y no solo antitranspirantes: los desodorantes actúan neutralizando el olor sin impedir que sudes, mientras que los antitranspirantes bloquean las glándulas sudoríparas. Si tu piel es sensible o se irrita con facilidad, opta por desodorantes suaves sin alcohol ni aluminio, como los que puedes encontrar en la sección de desodorantes de nuestra web.
  • La ropa y tejidos importan más de lo que parece: elige prendas de algodón o tejidos transpirables. La ropa ajustada o sintética puede aumentar la sudoración y retener el olor más fácilmente. Cambiarte después de hacer ejercicio también ayuda a reducir la proliferación de bacterias.
  • La hidratación y alimentación también cuentan: beber suficiente agua ayuda a regular la temperatura corporal. Y sí, lo que comes también puede influir en cómo hueles: alimentos como el ajo, cebolla o algunas especias pueden intensificar el olor corporal en algunas personas.

Observa tu piel y cuídala

Sentirte fresco y seguro no debería ir reñido con tener una piel sana. Si notas que los desodorantes habituales te irritan o simplemente buscas una alternativa más respetuosa, en Farmacia Lizandra podemos ayudarte a encontrar el producto más adecuado para ti.

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Ponte en contacto con nosotros y te asesoramos encantados.