Dolor de garganta

En invierno, el frío y el ambiente seco, provocan irritación en la mucosa que protege la garganta, volviéndola más vulnerable a los agentes externos y favoreciendo así el paso de virus y bacterias.

El dolor de garganta no es una enfermedad en sí misma, sino que es un síntoma de alguna enfermedad como puede ser un resfriado común.

Los síntomas que caracterizan un dolor de garganta son:

Molestias al tragar, comer, beber o incluso hablar.
Garganta enrojecida.
Voz más ronca.
Sensación de sequedad en la garganta.

Hay que tener en cuenta, que la mayoría de infecciones de garganta tienen su origen en un virus y no bacterias, por lo que no se deben tratar con antibióticos.



Tipos de dolor de garganta


Debemos distinguir entre los diferentes tipos de dolor de garganta que se pueden presentar. Éstos son:

Amigdalitis: inflamación de las amígdalas.
Faringitis: infección bacteriana de la garganta.
Laringitis: infección de las cuerdas vocales.
Además, enfermedades víricas como el resfriado, la gripe, la mononucleosis o las paperas también ocasionan molestias de garganta.



Principales causas 



Cómo hemos indicado anteriormente, la causa principal es una infección vírica, aunque también puede deberse a una infección bacteriana (en menor medida).

Asimismo, el dolor de garganta puede aparecer como consecuencia de alguno de los siguientes factores:

El humo del tabaco.
La contaminación atmosférica.
Algunas alergias.
El aire seco (especialmente debido al uso del aire acondicionado o calefacción).
El alcohol y la comida picante.
Sufrir acidez estomacal.

De forma general, un dolor de garganta no es una enfermedad grave, pero si molesta. Sin embargo, debemos acudir al médico cuando el dolor de garganta se prolonga durante más de 3 días, aparece fiebre superior a 39ªC, salen placas de pus en la parte posterior de la garganta, comenzamos a observar sangre en la saliva o contamos con voz seca durante más de 2 semanas.

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