El mal aliento, también conocido como halitosis, es el mal olor emitido por la cavidad bucal. Se estima que el 30% de la población padece, o ha padecido, este problema. Aunque no tiene graves consecuencias en la salud, sí las puede tener en el ámbito social de la persona que lo padece.

El mal aliento es un tema tabú que, además, puede producir graves problemas de salud mental como es la halitofobia, la obsesión de padecer mal aliento sin que sea real. No obstante, la halitosis verdadera es un problema que se puede tratar con facilidad y tiene unas causas, en la mayoría de los casos, fácilmente reconocibles.

Causas del mal aliento

El mal aliento, o halitosis, puede originarse en la cavidad bucal (90% de casos) o fuera de la cavidad oral (10% de los casos). En el segundo caso, normalmente se debe a trastornos en la parte superior del sistema respiratorio, sistema digestivo, enfermedades hepáticas o renales.

Si nos centramos en las causas originadas en la cavidad bucal, pueden tratarse de causas patológicas (caries, ulceras bucales o problemas de sequedad bucal), que deberán ser tratadas por un odontólogo o causas higiénicas y de hábitos.

Tratamiento de la halitosis

Una vez descartados, con un profesional sanitario, problemas patológicos que puedan causar un mal aliento, será necesario empezar a cambiar algunos hábitos bucales que nos ayuden a eliminarlo.

  • La sequedad bucal es uno de los principales causantes del mal aliento. Por ello, es muy importante mantener siempre hidratadas las mucosas. Evitar la toma de sustancias que tiendan a secarlas como, por ejemplo, café, alcohol o tabaco. Además, también será muy útil evitar estar muchas horas sin comer, ya que esto favorecerá la sequedad bucal.
  • Mantener una completa higiene bucal será otro de los tratamientos indispensables para terminar con el mal aliento. Esto incluye el cepillado de dientes después de cada comida, así como complementarlo con el uso de agentes antimicrobianos, como colutorios con clorhexidina, y limpieza interproximal y de lengua.
  • Tomar alimentos ricos en vitamina C y B también ayudará a mantener la boca hidratada y evitar la sequedad bucal.

Esperamos que gracias a nuestro artículo hayáis podido conocer un poquito más este problema que afecta a gran parte de la población y podáis empezar a ponerle remedio en los casos necesarios. Si tenéis cualquier consulta al respecto, podéis contactarnos a través de nuestro canal de whatsapp o a través de nuestra Farmacia Online.